Partiendo de la premisa que los puestos que buscan las empresas no son todos iguales, ni se buscan las mismas características personales en los candidatos, y las culturas y valores son diferentes en cada organización, podemos afirmar que la pregunta: Fortalezas y debilidades, aparece con frecuencia en un proceso de selección para un puesto de trabajo.

Identificar nuestras fortalezas debería ser sencillo, aunque no siempre lo es. Se requiere de un esfuerzo introspectivo donde analizamos, con honestidad frente a nosotros mismos, en lo que realmente somos buenos y aportamos un valor diferencial. Este ejercicio de reflexión se debería completar pidiendo opinión honesta y sincera a nuestro entorno, sea o no cercano o de confianza, para configurar un perfil profesional donde creemos que tenemos algo que aportar adicional al resto. Analizarse y preguntar para contrastar son claves para sacar las fortalezas que tenemos.

En un artículo del blog de Grupo PYA sobre fortalezas y debilidades http://blog.grupo-pya.com/fortalezas-debilidades-personales-descubre-cuales-las-tuyas nos encontramos con lo siguiente (Fuente Blog Grupo PYA):

Christopher Peterson y Martin Seligman definen las virtudes o fortalezas como “aquellas capacidades que pueden adquirirse a través de la voluntad, las cuales representan rasgos positivos de la personalidad”. Es esa característica que te hace sobresalir del resto para bien.

En este sentido, estos autores han elaborado un Manual de virtudes y fortalezas del carácter, en el que relacionan científicamente los rasgos psicológicos positivos de las personas, divididos en seis grandes grupos:

  • Sabiduría y conocimiento:
    • Creatividad.
    • Curiosidad.
    • Apertura mental.
    • Amor por aprender.
    • Perspectiva y sabiduría.
  • Coraje:
    • Valentía.
    • Persistencia.
    • Integridad.
    • Vitalidad.
  • Humanidad:
    • Amor.
    • Amabilidad.
    • Inteligencia social.
  • Justicia:
    • Participación ciudadana o responsabilidad social, lealtad y trabajo en equipo.
    • Justicia.
    • Liderazgo.
  • Templanza:
    • Perdón y piedad.
    • Humildad y honestidad.
    • Prudencia.
    • Autocontrol.
  • Trascendencia:
    • Excelencia.
    • Gratitud.
    • Esperanza.
    • Humor y jovialidad.
    • Espiritualidad y sentido de propósito.

Si observamos algunas de las Fortalezas o Virtudes que mencionan, podemos, si somos honestos y contrastamos la información, identificar algunas de nuestras capacidades para aportar a una organización.

Cuando tenemos que contestar sobre nuestras Debilidades existe una tendencia, mas o menos generalizada, de “esconder” fortalezas bajo unas supuestas debilidades. Algunos ejemplos serian:

  • “Soy una persona perfeccionista”
  • “Soy maniático de acabar lo que empiezo”
  • “Soy demasiado ordenado”

Esas y otras respuestas quieren evitar o desviar la respuesta donde en un grado de honestidad con nosotros mismos deberíamos contestar algo que creemos que forma parte de nuestra forma de Ser que debemos mejorar. Por eso preferimos hablar de Áreas de Mejora.

En este caso podemos identificar áreas de mejora técnicas, como puede ser mejorar en idiomas o en tecnología, o en algún conocimiento técnico. ¿Pero qué pasa con nuestras áreas de mejora personal?. Algún ejemplo que luego se ve en el puesto de trabajo:

  • “Me cuesta escuchar atentamente, porque estoy pensando la respuesta”
  • “Bajo presión me vengo abajo y funciono peor laboralmente”
  • “Con tareas muy rutinarias me aburro fácilmente y suelo despistarme”

¿Qué pasaría si diéramos este tipo de respuestas en un proceso de selección? ¿Seriamos descartados automáticamente?. Un buen seductor del talento (como lo llamamos en Mutare) debería identificar estas respuestas para poder ubicar a la persona en un equipo de trabajo y poder gestionar su actividad profesional en las mejores circunstancias posibles.

¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades? Respuestas para un proceso de selecciónLa gran mayoría de personas tenemos áreas de mejora que nos cuesta decir por miedo al que pasara. Cuando nos las identifican terceras personas nos sentimos agredidos o puede que menospreciados. Si buscamos talento debemos ser conscientes que hay que pulir ese talento para que de las mejores prestaciones laborales. Si alguien se aburre con tareas rutinarias, entendamos que es posible que de su mejor resultado con otro tipo de tareas. Si alguien no funciona bien bajo presión, busquemos medios para obtener lo mejor de ella misma con formas de relacionarnos que no supongan un bloqueo de esa persona.

El lenguaje es importante en cualquier entorno, y aún más en el laboral. Si sustituimos debilidad por mejora, podemos transmitir la idea de que cualquier dificultad puede ser vencida, con trabajo y convencimiento.

¿Ya sabes cuáles son tus Fortalezas? ¿Y tus áreas de mejora?. Si no es así, ponte a trabajar en ello, merece la pena.