Algunas frases que podemos escuchar en el entorno laboral:

  • “Me siento desmotivado”
  • “Mi jefe/a no me motiva lo suficiente”
  • “Sé que no voy a alcanzar mis objetivos y eso me desmotiva”
  • “Llevo muchos años haciendo lo mismo y me siento desmotivado”
  • “Mi jefe/a no me escucha, no me siento para nada motivado”

Al escuchar estas frases, que son bastante cotidianas, el foco se está poniendo siempre en causas ajenas a nosotros mismos, siendo el Responsable directo de mi trabajo el más señalado en esta materia.

Entonces ¿Quién es el responsable de mi motivación?.

Cuando hablamos de Motivación Extrínseca estamos señalando a todos aquellos factores que pueden generar motivación a las personas y que son responsabilidad de otros. Señalemos algunos factores:

  • SALARIO: Se ha demostrado que su efecto motivador es efímero, y tiene una duración, normalmente corta, en el tiempo. Los bonus por objetivos se convierten en “costumbre” y también pueden dejar de motivar si no se obtienen en un año concreto.
  • DESARROLLO PROFESIONAL: En la actualidad, en organizaciones menos verticales y más horizontales, el poder tener un desarrollo profesional en responsabilidades sobre personas, o en gestión de tareas diferentes, con grado de independencia, puede llegar a ser una palanca motivadora, siempre y cuando esto se revise cada cierto tiempo. La pregunta sería ¿Somos capaces de estar motivados haciendo lo mismo durante mucho tiempo?. Los managers y también el área de Recursos Humanos son los responsables de revisar el desarrollo de las personas en la organización.
  • FORMACIÓN/APRENDIZAJE: Cuando escuchamos “Me gustaría que mi empresa me formase”, estamos poniendo el foco y la responsabilidad en la compañía. La formación es un elemento imprescindible para el desarrollo profesional y también el personal. Se trata de poder gestionar entre ambas partes el desarrollo del trabajador para alcanzar mayores objetivos profesionales y mayor satisfacción personal. El Aprendizaje Experiencial basado en experiencias únicas e irrepetibles, ha venido para quedarse en la forma de enseñar y aprender en el entorno laboral. Este tipo de formación es mucho más motivadora y enriquecedora que la tradicional. Cuando aprendemos por experiencias propias, consolidamos esas enseñanzas anclándolas en nuestro cerebro y formando parte de nuestro propio
  • COMUNICACIÓN: La forma en la que comunicamos forma parte de como las personas se comportan, mediante reacción o mediante acción, a lo que hacemos, decimos o solicitamos. El líder debe generar mensajes que comuniquen lo que desea obtener de sus colaboradores, de manera que estos sean directos, claros, retadores y positivos. Si reunimos estas competencias, seguramente generaremos un entorno motivador para poder gestionar ambientes positivos. Por eso los responsables deben comunicar y preguntar. Pedir opinión y dar voz a los que nos rodean forma parte fundamental para motivar a las personas. Si además utilizamos la tecnología podemos ser muchos mas eficaces. Herramientas como Happyforce pueden “regalarnos” la posibilidad de saber lo que piensan nuestros empleados para poder gestionar las expectativas y tomar decisiones con información directa y rápida.

¿Quién es el responsable de mi motivación? Mutare.

No debemos dejar un lado la Motivación intrínseca, que es aquella que forma parte de nosotros mismos y de nuestra actitud y comportamientos ante la vida y en el trabajo. Poder responsabilizarnos de nuestra propia motivación es gestionar la madurez profesional, de manera que me convierto en una persona activa, frente a la pasividad para que las cosas ocurran.

Por ello debemos repartir las responsabilidades para motivar a las personas:

  • MÁXIMO RESPONSABLE DE LA ORGANIZACIÓN: El que debe marcar las pautas y generar la cultura para que se creen ambientes motivadores y retadores. Es el faro y la guía para poder generar entornos positivos
  • MANAGERS: Todas aquellas personas que ostentan responsabilidad y gestionan el trabajo de otras personas deben tener herramientas y formación necesarias para poder motivar a sus equipos. La sensibilización de este colectivo es clave para que la motivación fluya dentro de la organización
  • RECURSOS HUMANOS: Son los responsables de generar entornos y posibilidades para motivar a las personas. Son los “Arquitectos de la motivación”. Si bajo su área de trabajo está el desarrollar el Talento en la empresa, sin duda parte de su tarea diaria es poder aumentar la motivación a través de iniciativas y actividades que saquen el mayor potencial de las personas. Su capacidad de influencia en el entorno, y también en los resultados de la compañía, es creciente si su mensaje y su liderazgo se inicia a través del servicio al “cliente interno” para poder ayudar a mejorar los resultados con el “cliente externo”, tal y como explicamos en un artículo anterior https://www.mutare.es/reflexiones/experiencia-del-empleado-repercute-en-experiencia-del-cliente/
  • LAS PERSONAS: somos nosotros mismos quien podemos colaborar a que mejore el ambiente de trabajo y existan grupos motivados. El efecto contagio parte de personas motivadas que ayudan, apoyan, escuchan y aprenden a gestionar las emociones grupales en beneficio del equipo y del grupo.

Entonces ¿Cómo podemos mejorar nuestra motivación?